El Tratado de Inversiones Transatlántico (TTIP) y la Responsabilidad Social de las Empresas (RSE). Ayer (3 de Diciembre) asistimos a un interesante seminario organizado por CIECODE sobre este tratado.
En nuestras intervenciones, reiteramos la posición en contra del TTIP de las trabajadoras y trabajadores del mundo (los organizados en torno a los sindicatos globales y representativos, en nuestro caso, CCOO, CES, CSI, o las federaciones internacionales a las que pertenece nuestra Federacion: UNI, EFFAT, UITA). Además, pusimos de manifiesto la incompatibilidad de este tipo de tratados comerciales, en su actual configuración, con nuestros objetivos respecto al concepto de sostenibilidad.
En definitiva, intentamos influir para que las cláusulas sociales sean parte del funcionamiento de todo el sistema socio-económico (compra y contratación pública*, inversiones responsables, funcionamiento y evaluación contínua de las empresas…). logrando una regulación efectiva. Respecto a esto último, además, pensamos que el TTIP impedirá que la reforma social de normas y regulaciones actuales (la crisis económica, social y medioambiental en la que continuamos inmersos está demostrando que estas regulaciones no están funcionando, o están siendo, boicoteadas). Las normas y convenios de la OIT , por ejemplo, no se respetan. ¿Se avanzará con un tratado con un país que no ha firmado o ratificado muchas de sus normas y convenios fundamentales? Seguro que no.
¿Y qué decir de las regulaciones para visualizar (de regular, ni hablar) el impacto fiscal o los datos sobre desigualdad real? Ni siquiera hay aun una regulación financiera adecuada, ni sobre la información de emisiones (CO2, contaminantes…), o control del comercio de armamento…. Solucionen primero todo eso y luego hablaremos de liberalizar el comercio. Y no nos acusen de estar contra el comercio, por favor. Estamos totalmente a favor de la posibilidad universalizar las mejores regulaciones y estándares que surjan de ambos lados del atlántico. Pero creemos que no será posible sin la participación real de la sociedad civil (bien organizada) y los sindicatos.
Si algo quedó claro en el seminario, es la parcialidad de los informes sobre los beneficios del tratado. informes científicos, académicos,… (¿imparciales? ¿quién los financia?). El trascendental problema de la influencia de los 'grupos interesados' en los procesos de participación de los llamados 'grupos de interés'). Y también la parcialidad que supone presentar cálculos parciales (sectoriales, por ejemplo) como éxitos globales. Básicamente, por no tener en cuenta costes sociales y medioambientales. El no pensar en el largo plazo: sostenibilidad, la gran palabra. Y queremos que no sea sólo una palabra ('el nuevo traje del emperador')
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