1. ¿Cómo valoras el CERSE en estos años de Rajoy?
Nefastos. Acordes con las declaraciones iniciales del jefe de gobierno : ‘Quiero asociar la Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) a la promoción del deporte’, ‘CERSE, RSE, … eso son ocurrencias de Zapatero’, o en lo medioambiental ‘mi primo meteorólogo me dice que el tiempo siempre cambia’. Y no solo declaraciones: una legislación claramente anti social y por supuesto, anti sindical. El resultado ha sido una gran proliferación de iniciativas sin consenso y de dudosa credibilidad, asociadas a intereses de todo tipo. Una nueva explosión de acción social y sucedáneos como sustitutos de una verdadera Responsabilidad Social de las Empresas. Seguramente alguna de interés, pero precisamente la falta absoluta de regulación o de orientación (lo que tendría que haber hecho el CERSE mediante el sistema de indicadores clave) hace casi imposible distinguir el polvo de la paja. Cualquier leve mejora (en ISR, o las del Código de Buen Gobierno) es además proclamada a los cuatro vientos como un gran avance. El marketing y la defensa numantina de una reputación casi perdidas degradan totalmente cualquier iniciativa.
2. ¿Qué se debería hacer para que realmente el CERSE fuera un órgano efectivo de impulso de la RSE?
Seguir los pasos que marcaba el decreto que lo creó y la boicoteada Ley de Economía Sostenible. Evitar el veto y la influencia suprema de las asociaciones empresariales (patronales, Marca España, IBEX, Consejo de Competitividad…). Recuperar el trabajo realizado en años anteriores (los documentos han desaparecido). Obligar a las grandes empresas, y al menos, al sector y empresas públicas a elaborar memorias con indicadores relevantes (el registro de memorias que acaba de regular el BOE es una auténtica vergüenza pública)
3. ¿Qué objetivos prioritarios debería afrontar el CERSE en cuanto se formara gobierno?