Mientras con infinita paciencia, prudencia y sigilo tratamos de convencer a nuestras empresas para que caminen por la senda de la responsabilidad, algunos de los teóricamente responsables se dedican a tirar por tierra esta labor.
En un momento en el que casi se está produciendo una rebelión popular contra las entidades que causaron esta tremenda crisis, y que continúan aumentando sus retribuciones (La sociedad civil norteamericana se moviliza contra los grandes bancos) y un momento en que, por fin, se visualiza cada vez con más fuerza la idea de que las empresas, sobre todo las del sector financiero, deben pensar cómo incentivar (y no sólo monetariamente) para ‘vender’ sostenibilidad (Las empresas europeas no logran vincular la remuneración ejecutiva para el rendimiento en RSE) a los directivos de una entidad con un expediente de regulación no se les ocurre otra cosa que subirse significativamente el sueldo (COMFIA CCOO reclama a Caixa Catalunya que rectifique)No es la primera vez que pasa (1) (algunos pensamos que esto lleva produciéndose de una forma generalizada desde hace mucho tiempo), pero esta vez en este contexto y además, en una Caja de Ahorros.
Esperemos que se produzca esa inmediata rectificación.
Pero es el momento oportuno para abordar un debate serio sobre qué vendemos y cómo lo vendemos, y a la relación de esto con los riesgos. Y con el bienestar y seguridad de los trabajadores. Nuestra propuesta creemos que es ya conocida (Presentación en el Instituto de Empresa.)
(1) Los ‘retiros de oro’ destapan la polémica en España (2003),
Retribuciones en la sombra (2009)
