El cambio necesario hacia un Sistema Financiero Sostenible, necesario también para la recuperación de la confianza perdida en todo el sistema económico e institucional, va en la línea del impulso al control de y la selección de inversiones bajo criterios de medición de impactos y riesgos sociales, medioambientales y de buen gobierno. Sí, la Inversión Socialmente Responsable (ISR). Pero no valen más trucos.
Desde CCOO estamos intentando influir en este cambio desde los Fondos de Pensiones donde el movimiento sindical tiene alguna capacidad de incidencia. Así lo hemos incluido en nuestros documentos congresuales, como parte de nuestra política de actuación, coherente con la vertiente sociopolítica de CCOO. También incidimos a través del ejercicio de voto en juntas de accionistas (activismo accionarial), publicaciones, jornadas, la difusión de nuestro boletín, mediante este blog… A nivel internacional lo hacemos en el Comité del Capital de los Trabajadores (CWC), desde donde se ha iniciado una nueva campaña de incidencia. En esta ocasión consiste en el envío de cartas a los Fondos que han firmado los Principios de Inversión Responsable de Naciones Unidas, con el fin de que las Comisiones de Control apoyen una Declaración Institucional Internacional para impulsar una verdadera ISR. Los términos de esta declaración van en el sentido de cambiar el concepto objetivo fundamental de las inversiones, que hasta ahora han sido sólo la rentabilidad monetaria máxima, sobre todo a corto plazo, hacia una rentabilidad sostenible y socialmente responsable. Este cambio de concepción del beneficio se está dando a nivel legislativo en algunos países (Reino Unido, Japón, Francia…) y la idea es intentar que sean más los que se unan a esta tendencia.
La declaración también refuerza y recuerda los instrumentos y principios básicos fundamentales en los que deben estar basados los criterios de selección de inversiones. Sino, estos instrumentos, de consenso universal, puede quedar relegados por otros de menor nivel de aceptación y rigurosidad (algunos, basados en criterios comerciales o de defensa de imagen y reputación) Estos principios están incluidos en el modelo de política de Inversión Responsable (ideario) que confeccionamos en la Federación de Servicios hace años (link), y son, fundamentalmente:
- Los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos
- Los Convenios fundamentales de la OIT– La Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo
- La Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social
- Las Directrices de la OCDE para las empresas multinacionales
(Sobre este modelo, la agencia EFE ha publicado un artículo: link. También el digital especializado en RSE Ágora nos publica un pequeño reportaje. Ver aquí)
La idea es incidir en los elementos y asuntos sociales para mejorar los derechos de los trabajadores, normas laborales y los derechos humanos, tomando o abandonando posiciones en las carteras de inversión .
El sector financiero es clave en todo el proceso de cambio global que debería darse en toda la economía, ya que es el encargado de medir riesgos y seleccionar proyectos, algo en lo que los estados y las instituciones globales y democráticas deberían tener un papel más contundente. Pero todo esto está prácticamente por desarrollar. Un ejemplo, el reciente informe de Banktrack sobre Derechos Humanos en sector financiero que difunde ComunicaRSE: Los Bancos fallan en centrar la gestión de riesgos en DD.HH en los titulares de derechos (link). Desde aquí tenéis acceso al informe completo y las tablas (también en PDF).
Esta misma organización, BankTrack, ha elaborado otro interesante informe que avisa de otra cuestión en la que coincidimos: el peligro de los oligopolios en el sector financiero (y en todos los sectores). El informe demuestra con datos como el cierre de oficinas bancarias en poblaciones y zonas deprimidas de Reino Unido está provocando una falta de liquidez y apoyos a pequeñas y medianas empresas, empeorando aun más la situación. El informe (link) ha servido de base para un debate en el Parlamento Británico, también en el contexto del Brexit.
