Creado el blog de Juventud de la CSI (Confederación Sindical Internacional)

Recientemente se ha creado el blog de la Juventud CSI. diversas aportaciones de los miembros del Comité de Juventud y de jóvenes sindicalistas de afiliadas de la CSI en todo el mundo. El objetivo del blog es mostrar las áreas de trabajo de la CSI desde la perspectiva de los jóvenes y brindar un espacio para que los jóvenes puedan hacer oír su voz en relación con cuestiones sindicales.

Las entradas están en Inglés, Francés y Español. De febrero a abril de 2009, el tema del blog será la organización de los jóvenes: ¿qué deben hacer los sindicatos para afiliar y organizar a los jóvenes? Se pretende mejorar la recogida de ideas, herramientas, estrategias y modelos de organización de los trabajadores jóvenes en el movimiento sindical. Será útil para los sindicatos descubrir los logros y ver los diferentes enfoques de los distintos sindicatos en la organizacióny afiliación de los trabajadores jóvenes en el movimiento sindical.

Reproduzco a continuación la última entrada del blog es  Afiliación de trabajadores jóvenes – Retos y estrategias escrito por Robert Hansen, Chair, ITUC PERC Youth Committee

La incorporación sindical de trabajadores jóvenes es un desafío por el cual el movimiento sindical de muchos países se preocupa y se implica. Por suerte, cada vez más gente percibe lo necesario e imprescindible que resulta responder a este reto mediante una participación activa y la puesta en práctica de medidas específicas. Pero ¿por qué es esto un reto hoy día? ¿Por qué los jóvenes no perciben la misma necesidad que la generación de sus padres de formar parte de un sindicato?

Muchos integrantes de partidos políticos y del movimiento sindical relacionan esta situación con la individualización, y son muchos los que afirman incluso que ésta es la razón principal por la que los jóvenes no se implican, especialmente en el movimiento sindical – lo cual podría ser en parte verdad, pero en ningún caso es la única respuesta. La individualización significa que hoy día uno no busca un único creador de identidades sino varios (Allvin and Sverke 2000). Esta evolución podría contribuir a que se debilite la necesidad de un único creador de identidades, que es lo que el movimiento laboral y el movimiento sindical podía significar antes para los trabajadores.

Pero tal y como acabamos de mencionar existen diversos aspectos que influyen en las posibilidades de afiliación sindical en la sociedad y en la vida laboral actual. Varios estudios internacionales presentan indicadores de dos tendencias que dificultan la incorporación al movimiento sindical, a saber: la diferenciación y la individualización (Kahmann 2002). La diferenciación trata del hecho de que a partir de los años 80 se produjera un mayor incremento en el número de oficinistas, que superó al de obreros, y que haya venido siendo más difícil encontrar nuevos afiliados entre los trabajadores oficinistas. Se señala que esta tendencia ha creado una mayor élite (aunque quizás artificial) en el mercado laboral que no resulta fácil de convencer sobre la importancia de la unión y los sindicatos (Hyman 1997). Con “artificial” quiero decir que probablemente se estén engañando al creer que en su sector laboral las cosas tienen que ser de esa manera.

La individualización tiene que ver con una situación en la que la gente joven, en particular, está más expuesta a un mercado laboral individualizado, es decir que los jóvenes, en mayor medida que la gente de otras edades, se ven implicados en un trabajo atípico, ocupando a menudo puestos de ayudantes extras, temporales o a tiempo parcial. En general resulta difícil convencer a este tipo de trabajadores de que se afilien a un sindicato, independientemente de su edad. Las relaciones de empleo de este calibre son mantenidas para socavar la comunicación entre colegas (de ahí la individualización) y quizás también la solidaridad entre ellos (Zoll 1996), situación que contribuye claramente a hacer aún más difícil que la gente se incorpore al movimiento sindical.

Esto no es más que un vistazo rápido de lo que está sucediendo en el mundo del trabajo y en la sociedad, lo cual, en mayor o menor medida, contribuye a modificar la influencia y las condiciones laborales del movimiento sindical.

Pero ¿qué podemos hacer para lograr nuestros objetivos? Las soluciones pueden ser muchas, y algunas quizás sean bastante obvias; en todo caso, requieren atención y mayores recursos. El movimiento sindical debe desarrollar los valores de lealtad e identificación para con la organización. Los miembros leales mantienen su membresía, incluso como miembros pasivos, y dependemos de ello – después de todo, la mayor parte de nuestros miembros están considerados miembros pasivos. Por otro lado, estudios internacionales mantienen que tanto la lealtad como la identificación con el movimiento sindical están pasadas de moda. En particular, la identificación de los jóvenes con los objetivos del movimiento sindical y la lealtad a través de una membresía pasiva están a punto de desaparecer (Zoll 1996). Sin embargo, en este contexto cabe destacar que es posible encontrar nuevas posibilidades para ganarse la lealtad e identificación de los miembros, aunque será preciso utilizar otras herramientas. Así que lo que hace falta es encontrarlas.

Un método muy utilizado consiste en desarrollar la identificación profesional en relación a la membresía sindical. Por ejemplo, un estudio realizado en Noruega (Sentio 2006) demuestra que los sindicalistas noruegos se sienten razonablemente apegados a su propio sindicato nacional, lo cual es clara consecuencia de haber incorporado a la labor de búsqueda de afiliados un mayor enfoque en relación a la identificación profesional. Mediante medidas y estrategias dirigidas desde el movimiento sindical, lo que se pretende es desarrollar la identificación profesional en relación al sindicato nacional – lo cual generará el sentimiento de sentirse allí como en casa, estando justamente en esa profesión, y además se crea un valor adicional a través de la afiliación, lo que conduce a una lealtad más sólida por parte del afiliado.

Esta es una medida importante para atraer la afiliación de jóvenes que se encuentran en fase de formación o que acaban de finalizar su educación. Proporcionarles una membresía que genere un valor adicional en relación a su formación o profesión añade a dicha afiliación una relevancia nueva y más consistente.

Diversos sectores afirman que los jóvenes ya no se interesan en preocuparse o querer implicarse, ya sea en el movimiento sindical o en partidos políticos, y este es el reto al que nos toca responder. En mi opinión, la esencia en este sentido puede dividirse en tres. En primer lugar, el movimiento sindical debe ubicar a los jóvenes en el programa de tal manera que se sientan reconocidos y cómodos con la disposición. Aquí tenemos que dominar seriamente cuestiones como el derecho a trabajar, el derecho a un empleo permanente, el derecho a un empleo a tiempo completo, y retos parecidos de la vida laboral que los jóvenes experimentan a diario. En segundo lugar, deben elaborarse estrategias en el movimiento sindical para conseguir la incorporación sindical de trabajadores jóvenes y gente joven en general. Pero no basta con contar con estrategias para atraer nuevos afiliados – y aquí es donde entra el tercer aspecto: los jóvenes deben sentirse atendidos e integrados de manera tal que influya en la política y desarrollo del movimiento sindical, de la vida laboral y de la sociedad. Si descuidamos este aspecto, lo más seguro es que los jóvenes sigan sintiendo que el movimiento sindical no les toma en serio. Un último dato a tener en cuenta es que los jóvenes son probablemente los que mejor se comunican con otros jóvenes, por lo cual es importante que reciban las oportunidades y recursos necesarios para la labor de incorporar más jóvenes al sindicato. La experiencia no sólo ha demostrado que esta estrategia funciona, sino que además parece funcionar para ganarse la afiliación de otros grupos importantes como son las minorías étnicas.

Es por tanto necesario: Desarrollar nuevas estrategias de búsqueda de afiliación que vayan dirigidas a grupos selectos; Contar con la disponibilidad de recursos humanos y económicos; y Asegurar la influencia y logros significativos en la organización para grupos específicos importantes.

De esta forma podremos asegurar un mayor número de nuevos afiliados jóvenes en el movimiento sindical.

Ver artículo original en  el Blog de Juventud de la CSI 

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